Las técnicas respiratorias tienen su origen en la India, China y Japón. Los cambios de la vida moderna han impulsado estas técnicas como terapéuticas preventivas de trastornos psicosomáticos y de tratamiento en enfermos del corazón, asma lesiones espinales, trastornos de la voz, etc…
El aliento es el enlace común entre todos los seres vivientes.
Proverbio chino.
El aliento es el medio vital y comunicativo, la forma de relación interior y exterior más importante del que disponemos.
Vías respiratorias superiores son las fosas nasales, la cavidad bucal y la laringe. Inferiores, la tráquea, los bronquios y los pulmones. El pulmón derecho consta de tres lóbulos y el izquierdo de dos. Los pulmones están envueltos por una especie de saco que se llama pleura. Los músculos respiratorios principales son el diafragma y los intercostales. El centro respiratorio se encuentra en la médula espinal y en el bulbo raquídeo.
A la vez que se da una respiración externa o pulmonar con el intercambio gaseoso entre el aire y la sangre, se da otra respiración interna o celular entre la sangre y las células.
En una buena respiración tenemos la sensación de que algo respira en mí o de que soy respirado por el aire que entra y sale.
¿No está el hombre a merced del aire que respira? Infeliz de aquel para quien la cabeza lo sea todo.
Goethe.
Las fosas nasales son más amplias de lo que parece exteriormente. La respiración nasal además de ser más completa al estimulas las zonas reflejas y6 proyectar la energía a los centros superiores, filtra y calienta el aire evitando infecciones.
Reír, bostezar, suspirar y estornudar limpia la tráquea, disuelven tensiones psíquicas y presiones internas, activan el sistema neurovegetativo.
Con la lengua respiran los mendigos; los reyes, con el dedo gordo.
Proverbio chino.
En las articulaciones existen puntos reflejos relacionados con los pulmones. El movimiento de las articulaciones, además, drena la linfa y bombea la corriente sanguínea.
Lo más básico es espirar y esperar a que el cuerpo pida el aire. No forzar la entrada de aire es lo natural. Las palabras aliento y alma tienen la misma raíz latina; ser libre significa respirar libremente.
El cuerpo es un espacio lleno de fuerza. El aliento es la fuerza que inunda el espacio.
Schmitt.
La respiración es un acceso directo a nuestro estado de ánimo, pues ésta refleja fielmente nuestro estado interno, la podemos considerar nuestra unión con el cosmos según muchas religiones.
Nuestra espiración responde directamente al ser tocados.
La experiencia mental tiene profundas bases químicas y fisiológicas.
Las cuatro etapas en la respiración
Inhalación o Puraka. Si no se dice lo contrario, es por la nariz, lenta y controlada. Podemos visualizar la entrada de pureza, oxígeno y energía.
Suspensión o Kumbhakacon el diafragma bajo y el abdomen abultado mientras la caja torácica permanece expandida. Sin esfuerzo y con tranquilidad. Durante esta pausa se mezcla el aire residual con el fresco.
Los tiempos de la retención suelen ser de 1/1/11, 1/1/2, 1/4/2
En la medida que nos pasemos por alto la pausa respiratoria, nos despojaremos de nuestra salud.
Horst -Coblenzer
Exhalación o Rechaka, procurando que sea total. Un proceso pasivo que elimina las tensiones. Podemos visualizar la desintegración de la fatiga, las toxinas e impurezas.
Suspensión en vacío o Bahya Kumbaka, corta suspensión sin realizar ningún esfuerzo.
PRANAYAMA
Es la ciencia yóguica del control de la respiración y el núcleo central de la práctica de hatha yoga.
Prana significa respiración, aliento de vida, la fuerza vital de cada ser….lo impregna todo. Nos impregnamos de él sobre todo a través de la luz del sol, los alimentos y por supuesto, la respiración. En el cuerpo existen concentraciones latentes de prana que son fuentes de fuerza fisiológica y psíquica (Laya/Kundalini yoga).
Yama, restricción, dominio, relajación mantenida o tendencia a conservar la fuerza.
El aliento ha de adentrarse en nosotros como si de piedras preciosas se tratase, sin que quede un solo rincón donde no pueda llegar.
Wang Chung Yu
La meditación de la respiración en si misma es contemplada por tradiciones místicas de todo el planeta.
Los beneficios de los ejercicios respiratorios son muchos, entre otros, aumentar la vitalidad del cuerpo, purificar y estimular la corriente sanguínea, relajar cuerpo y mente, y fomentar la ecuanimidad.
La psicología del yoga dice que cada pensamiento está asociado con emociones y con formas de respirar concomitantes. A través de control respiratorio actuamos directamente sobre nuestro estado emocional y la conciencia. Las posturas adoptadas para estos ejercicios son las mismas que para la meditación y las recomendaciones similares a las de el hatha yoga.
La actitud a cultivar es la atención extasiada donde no se sabe bien si estamos respirando o estamos siendo respirados.
La respiración es la puerta hacia la realidad
Máxima Hindú.
Artículo escrito para la revista Yoga y Salud, nº6. José Manuel Vázquez es socio de la APYM y director de la escuela Yoga Orgánico. Descubre más sobre él.
Sati representa la fuerza femenina (shakti) y es la primera encarnación de la Devi destinada a unirse al todopoderoso Shiva. Es la diosa de la longevidad marital y la felicidad.
Con el fin de que la Divina Madre encarnara en su linaje, el rey Daksha realizó durante miles de años diversos sacrificios y como resultado, nació Sati, que desde pequeña fue ferviente devota del dios Shiva.
Cuando llegó a la edad para el matrimonio, Sati se sumergió en duras pruebas de devoción a Shiva para ser digna del dios. Sin embargo Shiva se encontraba meditando en los montes del Himalaya y no fue conocedor de tal fervor hasta que otros dioses fueron a buscarle y le convencieron de la necesidad de ese matrimonio para el correcto funcionamiento del universo y la prosperidad de sus habitantes.
Durante 25 años vivieron felizmente en el Himalaya.
En una ocasión el padre de Sati, Daksha, realizó una ofrenda en sacrificio e invitó a todos los dioses, entre ellos, a Shiva. Los dioses se postraron ante él en agradecimiento excepto Shiva, que entendía que él, como dios, estaba por encima de los mortales y no debían inclinarse ante ellos. El rey, muy ofendido, le insultó delante del resto de invitados y le ignoró. Shiva, respetando a su suegro, se calló y abandonó la fiesta.
Algún tiempo más tarde, el rey Daksha quiso llevar a cabo otro sacrificio mucho más multitudinario. Todos fueron invitados excepto Shiva y sus seguidores.
Cuando Sati se enteró, primero preguntó a su esposo, quien le contó lo ocurrido anteriormente. Entonces Sati fue a pedirle explicaciones a su padre. Éste, muy enfadado la ignoró. La multitud, la ignoró. El resto de dioses, la ignoraron. Pero cuando Sati insistió en saber porqué se ofendía al dios más importante de entre todos los dioses, su marido Shiva, el rey Daksha comenzó a burlarse de él, a insultarle y a juzgarle por su aspecto.
Sati, llena de pena y dolor le dijo a padre que, ya que se avergonzaba de ella y para no tener obligaciones con él por haberle dado la vida, abandonaría su cuerpo físico.
Sati se encomendó al dios Agni, y a través de respiraciones y meditación, se inmoló.
Cuando Shiva se enteró entró en cólera, se arrancó una de sus trenzas (rastas) y la tiró con furia al suelo. De ese acto de ira, nace Virabhadra, el gran guerrero del dios Shiva.
Si has dejado tu cuerpo laxo y flojo reposado en la tierra, ajustado al imán gravitatorio…, ya estás más cerca.
Si has bajado las persianas sensoriales y has abierto las ventanas interiores, si llaman a la puerta y lo oyes, mas no escuchas…, ya estás más cerca.
Si has dejado tu mente en una sílaba, alejada del sinfín de saltamontes, sigue ahí.., ya estás más cerca.
Si has viajado por los lares del ensueño sin soltar esa sílaba, si viste saltarinas lucecitas y otros fuegos, y seguiste adelante sin soltar esa sílaba…, ya estás más cerca.
Si has logrado que no te cubra el sueño y has soltado la muleta del lenguaje, si estás leve y despierto…, ya estás mucho más cerca.
Si lo has dejado todo, si estás vacío, sin tiempo ni medida.., ya no anhelas, nada eres.
Ya estás fundido. Ya estás en Todo. Ya eres Tú.
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NOVIEMBRE
NADI SODHANA PRANAYAMA (I)
Cuando por la izquierda sube el cierzo fresco y añil, entro en un ensueño fácil donde se desliza el pez.
…Y en la cresta de la ola hay un reposo pujante, casi a punto de saltar…
Mas a la derecha el viento desciende, acalorado, y voy contando los pasos que me llevan al vergel.
…Y en este compás de espera la quietud es más segura, el descanso más real…
Por la derecha este aire es calima y es dorado, donde los ojos se abren, pues yerra el que no ve.
…Y en la espera que le sigue un hilo va madurando bajo el influjo solar…
La luna muestra la noche y el embalse plateado se derrama por el valle, donde se apaga mi sed.
Así triangula la rueda: se mueve y se desliza, sube y baja, entra y sale, esperando el momento en que se acabe la espera, en que se equilibre el fiel…
… … … … … … …
…Y en este impasse silencioso, que es el de antaño y es nuevo, puede aquel hilo invisible revelarse No-Dual.
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DICIEMBRE
UN MUDRA
Un mudra es una fuente cargada de candados, que se abren despacio cuando se oxida el ego.
Un mudra te acordona, te hace sentir molesto cuando las furias quieren llevarte al retortero.
Un mudra es un emblema, un nudo hecho de espejos, que cuando cae te miran desnudo e indefenso.
Que cuando cae te indican, ponen luz a tu sueño…, y despiertas seguro de vivir el misterio.
Con el mudra no sabes por donde hay que cogerlo, te toca y giras rápido: tan sólo ves el eco.
Este es el pacto, el sello: que el prana inconmovible que fluye en el espacio tenga puntos de acuerdo.
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ENERO
SHANTI MUDRA
Al desplegar las alas el incienso se eleva y en pos de él el camino se esfuma.
Al desplegar las alas el camino se encumbra y el incienso del cuerpo en pos de Él.
Al desplegar las alas el silencio es Silencio, la palabra, Palabra, y el aroma, Destino.
Al desplegar las alas el Alba se expansiona en átomos fulgentes en pos de Más.
La Libertad sin nidos, en tierra la carcasa, la Vida por doquier al desplegar las alas.
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FEBRERO
NADI SODHANA PRANAYAMA (II)
Corre el día y la noche…, mientras estoy dormido. Y en cuanto me desvelo toco la tierra firme… que cambia de sendero.
Y el aire también cambia, cual ánimo del mundo, como un airado fuego que se derrite y siente, como la clara luna después de los incendios.
Y en un compás de espera a veces se vislumbra la luz del equilibrio, el flash del No-Saber.
Ya dije.., corre el día y el aire, y los insectos, y el pálpito en el cuerpo y los astros del yang. Igual que se desliza la noche de los cuerdos, el témpano de añil o el abismo del mar.
Y en un compás de espera… … absorbido en el Punto…, me quedo congelado, a punto de saltar.
Todo en la vida es eso: moverse, deslizarse, subir, bajar, girar…, esperando el momento en que termine la espera…,
en que se aquiete el aire… (aunque siga fluyendo),
en que el Punto aglutine toda la Dualidad.
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MARZO
FLOR DE LOTO
La nutria desliza su silueta sin rozar el agua para nada. Lo mismo que los astros, con cuidado, circulan comedidos por el éter. Y así también el sabio iluminado camina por la hierba acariciándola.
Mas de vida la nutria se alimenta y el aura de los astros es la misma arcilla sublimada de su peso. Y la carne del sabio huele a tierra, y rezuma, y florece en primavera.
Sin mácula y con lodo al mismo tiempo, rozando y perforando las entrañas, el sabio y la nutria se deslizan cual astro sosegado y sin empeño. De vida es la Vida Inmaculada.
Ayer, sin ir más lejos, surgió en mí un rumor, sobre quién está vivo, sobre quién era yo…
Era un rumor brumoso, oscuro y provocador: todos me señalaban cual si fuera un ladrón.
Me señalaban todas las máscaras del complot, mientras iban turnándose, emulando al Conductor.
Y yo, el señalado, el que escribe estos versos, como si fuera ajeno, busco también la ocasión.
Ayer, ya queda lejos, la multitud calló y ya no va conmigo el viejo jugador.
Sólo un blanco espacioso donde el ju-ego menor es cubierto con copos del Silencio del Yo.
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MAYO
Murmúrame al oído
“Oh, noble hijo, escucha: la Luz Primordial de la Verdadera Realidad está brillando ahora ante ti. Reconócela.” (Bardo Thödol)
Murmúrame al oído las claves del sendero. Murmúrame al oído los monstruos que he de ver y no me ofrezcas nada del mundo ya pasado.
Oh, Maestro, murmúrame despacio el mantra que me guíe en el lapsus sin tiempo, deslízame en el tímpano la espita al interior.
¡¡¡Y no me pidas nada del sueño de la tierra!!!
Aguíjame en el tránsito a un puro Despertar
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JUNIO
ABHINIVESAH (miedo a la muerte) y YOGA
I
De pronto un maremoto bajo el rio ha derramado miedo al transitar. De pronto me he aferrado a las orillas y he sentido en el vientre soledad.
De pronto a lo lejos he entrevisto la temible y salada libertad, y he apretado los juncos con ahínco, y he soltado las ganas de llorar.
Y delirios de placenta he tenido, así, de pronto, justo en alta mar.
II
Por fin la muerte en una encrucijada de la tarde. Por fin la muerte, indefinible y pura, detrás de la tormenta del delirio. Por fin la muerte como un puño de sal disuelto en el océano, como una gota blanca absorbiendo los cauces, como una sola Voz saturando a la mente, como la faz de Dios bajo todas las máscaras, como la Vida Única por encima de todos los contrarios.
La muerte al fin con la puerta entreabierta, sin que nada se estanque, como un flujo de Paz.
La muerte al fin sin principio ni fin, sin cerrar la puerta del Todo, como un haz indiviso.
Por fin la vuelta al equilibrio, al gozo de vivir sin desajustes, con lágrimas brillantes en el túnel de Luz.
Al fin la muerte ya se ha consumido, como un vórtice a las cuatro de la tarde bajo el sol torrencial del paraíso.
¡Un cariñoso saludo, amig@, y mis mejores deseos de que ahora mismo estés en Paz!
Nos adentramos en el próximo Curso de Yoga y, si estás interesad@, pues vamos a ello. Digo “Curso” porque así es como lo veo, como un conjunto que tiene una estructura y una dinámica de fondo. Por eso no son iguales las clases de Octubre que de Diciembre, o de Junio. Y no las “ve” igual quien va a un Centro de Yoga con regularidad que quien acude esporádicamente (lo cual muchas veces indica un “picoteo yóguico” superficial, sin raíces).
Y siguiendo este “hilo” vamos a recordar un sutra (=hilo) de Patanjali:
“La práctica (abhyasa) queda firmemente establecida cuando se continúa por largo tiempo, sin interrupción y con fe”
(Yogasutras, I, 14)
Dice Swami Niranjan que éste es el sutra más importante que se debe enseñar a un alumno. Se requieren, pues, tres cualidades o condiciones para abhyasa (la práctica o sadhana yóguica):
La 1a es “por largo tiempo”. Si en algún momento el Yoga nos “toca”, hemos de comprender que la evolución espiritual puede llevar mucho tiempo (muchas vidas) y hay que seguir comprometidos como una tortuguita, paso a paso, paso a paso… Sorteando obstáculos como el aburrimiento, o la impaciencia, o el ansia de esperar resultados…
Y eso que los resultados llegarán (Ley del Karma), pero no se sabe cuándo ni cómo, porque pueden venir sutilmente o de golpe. Y pueden venir resultados apetecibles o dolorosos (porque éstos forman parte también del proceso de purificación). ¡Qué importa cuando llegue el Despertar, el fin del karma, nuestro Destino! Practica… sin esperar.
La 2a condición es “sin interrupción”, con regularidad, constancia. Si, como dijimos antes, el Yoga nos ha “tocado”, entonces la practica o sadhana forma parte de las cosas necesarias en nuestro día a día (como comer, dormir, etc.). Hay que indicar aquí que la práctica regular cambiará a lo largo de los años, pues no es lo mismo a los 25 que a los 60. Además, en la práctica pueden entrar muchas técnicas y aspectos: asanas, pranayama, concentración, reflexión, meditación, lectura o escucha “espiritual”, oración, etc. Cuando se lleva tiempo, practicar sólo asanas es muy básico, muy pobre (aunque es verdad que con ellas también se puede entrar en una experiencia más profunda y meditativa).
Y por otro lado, no significa que se tenga que disponer siempre de un tiempo exacto (digamos 60 min.), porque el interés y la calidad tienen más importancia. Tradicionalmente la práctica la indicaba el gurú al discípulo, pero si no se tiene pero hay “mucha experiencia”, uno puede diseñar su propia sadhana o pedir consejo al profesor. Así que cada día (o casi) recógete “Detrás de la ventana” …
Y la 3a condición es “con fe”, con reverencia y fervor. ¡Qué importa cando llegues! Sigue, continúa con fe. Quizás ésta sea la condición más importante, lo cual implica hacer de la sadhana algo “sagrado”, algo que se “ama” y se “disfruta”.
Y es que más allá del tiempo dedicado a la sadhana importa el fervor- entusiasmo-fe en ella.
La práctica yóguica, al principio, es más bien un “esfuerzo”. Más tarde, si seguimos y nos empieza a tocar un poco, se convierte en una “necesidad” (física, mental, espiritual). Y termina siendo un disfrute, un “deleite” (aunque, en menor grado, sigan presentes los dos aspectos anteriores). Así pues, practica por “largo tiempo”, como un elefante kapha…, con la “regularidad y constancia” de la energía pitta… y que el “fervor y entusiasmo” de tu parte vata la eleve y sacralice. Como es habitual, termino enviándote un poema yóguico, un soneto. ¡Un fraternal abrazo! ¡Om Shanti!
El yoga puede ser practicado por cualquier persona, ya sea joven, anciana, sana o enferma. Según las antiguas escrituras, el único que no puede hacer yoga es el perezoso.
Hatha significa disciplina y fuerza. Busca el equilibrio entre el cuerpo y la mente a través de posturas (asanas) y respiración (pranayamas). Se adapta a todos. Es una disciplina tradicional muy completa y la más difundida por todo el mundo. A través de la práctica del Hatha se consigue mayor entendimiento del entorno y comprensión de uno mismo.
Hatha Yoga es el camino del Yoga que brinda primero atención al cuerpo físico, el cual es un vehículo para el espíritu; se da preferencia a la movilización del cuerpo y el control del aliento vital. Puede ser dividido en:
Purificación interna y externa del cuerpo físico – (kriyas).
Práctica de asanas (ejercicios físicos).
Práctica de Mudras y Bandhas.
Pranayama: Control de la energía, fundamentalmente a través de la respiración.
Pratyahara: Retirar la energía mental de los estímulos externos (interiorización).
Dharana: Concentración.
Dhyana: Meditación.
Samadhi: Estado supra-consciente , donde la conciencia individual , o ego, se funde con la Conciencia Suprema o Brahman.
La salud es riqueza, la paz mental, felicidad. El Yoga te muestra el camino.
Definición según Swami Vishnudevananda para sus comentarios del Hatha Yoga Pradipika.
Para comprender la “dimensión profunda” del Hatha Yoga y los verdaderos objetivos que persiguen sus prácticas, de acuerdo a las enseñanzas de los sabios (rishis), se concibieron y diseñaron un sistema cuyos temas son:
El equilibrio entre la energía mental y la energía vital (Ida y Pingala).
El despertar de la energía (Prana y Apana).
La alquimia energética (Bindu y Nada).
Las asanas son el aspecto del Hatha Yoga que más se ha difundido en Occidente. (….) De las numerosas asanas que nos han legado los yoguis, la práctica de unas pocas es suficiente para restaurar el equilibrio físico -mental que se necesita poseer antes de adentrarse en las etapas más avanzadas del yoga mental. (….) Cada asana tiene un efecto global y repercute positivamente en todos los sistemas del organismo físico, la estructura energética, el estado emocional y en la mente. Es importantísimo ser muy cuidadoso y no violentar ni forzar el cuerpo. Hay que tratarlo con amor. (…) Nos permitirá conocer la forma más adecuada de colaborar a que se regularicen todas sus funciones vitales y a desarrollar armoniosamente todas sus potencialidades.
El origen de esta secuencia de asanas viene de una bonita y trágica historia, y paradójicamente, con un concepto “violento”.
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Sati, devota de Shiva, se casó con éste en contra de los deseos de su padre, el rey Daksha.
Sin embargo poco después, la pareja sufre un desplante por parte de Daksha y tras una fuerte discusión en la que Sati le dice a su padre “como tú me has dado este cuerpo, no deseo estar relacionada con él”, se va a meditar. Por medio del trance y ejercicios de yoga, incrementó su fuego interno y se inmoló.
Shiva entró en cólera, y rasgándose sus vestiduras y tirándose del pelo, arrojó con furia uno de sus jatars (rastas) al suelo.
Y de la tierra, ahí donde arrojó su cabello, nació Virabhadra, su gran guerrero. (Virabhadrasana I)
Se cuenta que se desató una gran guerra de destrucción y muerte, la Tandava, en la que Virabhadra fijando su atención en cada uno de sus objetivos, no dejó a nadie vivo. (Virabhadrasana II)
Finalmente y por orden del Shiva, decapitó al rey Daksha. (Virabhadrasana III)
Una vez llevado a cabo su trabajo, Shiva llegó al Yagna y absorbió a Virabhadra en el mismo.
Fue entonces cuando Shiva se da cuenta de lo ocurrido y comienza a sentir pena y dolor, por lo que revive a todos los que fueron asesinados. Como el rey Daksha no tenía cabeza, le concede una cabeza de cabra.
Recogió el cuerpo calcinado de Sati y lo paseó por todo el universo, esparciéndolo.
Ahí donde cayeron sus restos, se dice que se formó el Shakti Peethas, los 51 lugares sagrados de la India.
Y Sati, volverá a renacer en otro cuerpo y estos amantes cósmicos se reencontrarán. Esa será la historia de Parvati y Shiva.
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Esta historia representa a Shiva y Virabhadra luchando contra el ego arrogante en nombre del amor y de corazón.
Así que en estas asanas no veneramos la violencia de esta escena de destrucción, sino que reconocemos a nuestro guerrero espiritual que todos los días lucha contra nuestro ego y avidya o ignorancia, lo cual es la fuente de nuestro sufrimiento.
Ten presente cuando realices estas asanas, que estás destruyendo tu ego. Igual que Virabhadra cuando resurge (Virabhadrasana I), descubre tu fuerza y poder también en tu vida diaria.
Como buen guerrero, desarrolla tu visión periférica sin dejar de concentrarte en tu objetivo es decir, sigue consciente de todo lo que te rodea, hagas lo que hagas y en cualquier momento, controlando no sólo lo externo; también tu realidad interna (Virabhadrasana II).
Se trata en definitiva, de mantener el equilibrio y la estabilidad interna y externa en las condiciones más adversas. En el camino hacia nuestra misión, es posible que descubramos una determinación que no sabíamos que teníamos para afrontar, tomar y ejecutar decisiones diarias. (Virabhadrasana III).
Si te ha parecido interesante y quieres saber más, hoy te recomendamos el siguiente libro:
Lo que la India me enseñó, Una historia masala, de AIDA MATEOS