Bostezar es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu cerebro
Aunque ha sido pasado por alto por los grandes investigadores y los científicos, el bostezo se ha utilizado durante muchas décadas en el tratamiento de la voz como un medio eficaz para reducir el pánico escénico y la hipertensión de la garganta.
Diversos estudios recientes de han demostrado que el bostezo provoca una única actividad neuronal en el precúneo, una pequeña estructura oculta en los pliegues del lóbulo parietal. Según los investigadores del Instituto de Neurología de Londres, el precúneo parece desempeñar un papel central en la conciencia, la auto-reflexión y la recuperación de la memoria.
El precúneo también es estimulado por la respiración yóguica, que ayuda a explicar por qué las diferentes formas de meditación contribuyen a un mayor sentido de auto-conciencia.
También es una de las zonas más afectadas por enfermedades relacionadas con la edad y problemas de déficit de atención, así que es posible que el bostezo deliberado pueda reforzar realmente esta parte importante del cerebro.
El bostezo debe integrarse en los programas de ejercicio y reducción del estrés, en la formación para la mejora cognitiva y de la memoria, la psicoterapia y en la práctica espiritual contemplativa.
Hay un inexplicable rechazo en nuestra sociedad que implica que es de mala educación bostezar, y a la mayoría se nos enseñó cuando éramos jóvenes. De hecho, el bostezo se incrementa cuando tienes cansancio, y puede ser la manera que usa el cerebro de decirte suavemente que necesitas un poco de sueño reparador.
Por otra parte, la exposición a la luz también te hará bostezar, sugiriéndote que eso es parte del proceso de despertar.
Pero el bostezo no sólo te relaja – rápidamente te lleva a un estado elevado de conciencia cognitiva. Regula la conciencia y nuestro sentido del yo, y ayuda a las personas a ser más introspectivas y auto-conscientes.
Además de activar el precúneo, regula la temperatura y el metabolismo del cerebro. Se necesita una gran cantidad de energía neuronal para permanecer conscientemente alerta, y a medida que avanzas en la escala evolutiva, el cerebro se vuelve menos eficiente energéticamente.
El bostezo evolucionó probablemente como una forma de enfriar el cerebro demasiado activo de los mamíferos, especialmente en las áreas del lóbulo frontal. Incluso se ha argumentado que es una forma primitiva de la empatía. La mayoría de los vertebrados bostezan, pero sólo es contagioso entre humanos, grandes simios, macacos y chimpancés. De hecho, es tan contagioso para los seres humanos que incluso leer sobre ello hace que la persona bostece.
Es cierto que el bostezo excesivo puede ser un signo de que haya un trastorno neurológico subyacente (como la migraña, la esclerosis múltiple, derrame cerebral o reacción de drogas). Sin embargo, sospechamos que el bostezo puede ser un intento del cerebro para eliminar síntomas del reajuste del funcionamiento neuronal.
El bostezo consciente requiere un poco de práctica y disciplina. Pruébalo ahora y verás que por el quinto bostezo falso empieza a surgir uno verdadero. Pero no pares ahí, porque por el décimo o duodécimo bostezo sentirás el poder de este pequeño truco seductor.
Texto extraído y basado en un artículo de Andrew Newburg | El bostezo.
Fotos: www.freepik.es