Poema

Poema

(Viene acompañado de una práctica sencilla respiratoria, moviendo suavemente las manos desde el centro del pecho hacia el cielo)

Poema de José Blázquez, director de la Escuela de Yoga Sati.

ANAHATA CHAKRA


Del Centro a las orillas hay un paso,
un abismo que exploro con los dedos,
sumido en un latido que se abre
desde el Centro, siempre desde el Centro.


A este Núcleo no sé cómo llamarlo,
sentirlo o intuir sus recovecos.
Respiro desde Él, o me respira
volviéndome las manos hacia el cielo.


Entre un vuelo sedoso se diluye
este ansia de abrirme desde el pecho.
Y no hay forma de asir a tanto espacio


de esta Nada esencial llamada Centro…,


…donde yace emboscada la Palabra…,


…donde Todo es orilla y firmamento…

Imágenes generadas por Gemini.

Carta de un profesor de Yoga a sus alumnos

Carta de un profesor de Yoga a sus alumnos

Madrid, Septiembre 2025

¡Un cordial y cariñoso saludo!
De nuevo estamos aquí para iniciar un nuevo Curso de Yoga. Ojalá te encuentres con ánimo y predispuest@ para ello. Al fin y al cabo, el Yoga es un sendero para ir hacia el Fondo y cualquier pequeño pasito siempre merece la pena porque nos acerca más a Lo Que Somos.
Trabajar para obtener más poder, o dinero, o prestigio, no debería alegrarnos tanto como el “trabajo” en este terreno, porque el primero se mueve en la periferia, en lo efímero, en “lo personal”… Mientras que todo sendero espiritual nos acerca al Centro, a la Plenitud Impersonal.
En este sentido, quisiera indicar algunas señales del verdadero comienzo en el sendero yóguico, cuando puedes decir que “Ahora sí he empezado”:

1ª La primera señal aparece cuando somos conscientes de nuestra inconsciencia, cuando nos damos cuenta “en serio” de lo inconscientes que vivimos, lo dormidos que estamos. Es como ver el enorme tren de la inconsciencia que avanza y poner una mano consciente para intentar detenerlo, frenarlo. Es muy poco, sólo una mano (una pequeña luz), pero es el comienzo.

2ª También llega o llegará un momento en que Comprendemos que ser más conscientes implica ser un responsables: de lo que hacemos, sentimos, comemos… y, sobre todo, pensamos. Cuando estamos más inconscientes, nos quejamos más: el responsable o culpable de lo que me ocurre lo atribuyo al otro o lo otro (aunque si es algo positivo o placentero, suele ser gracias a “mí”).

3ª Otra señal es que cuando nos sucede algo agradable, armónico, o desagradable (como puede ser una dolencia o enfermedad), empezamos a entenderlo de una forma más holística. No es sólo una causa, sino un conjunto, porque influye el ambiente en que me encuentro, los pensamientos y emociones que tengo, los “programas” de los padres sembrados en la infancia, lo que como, huelo, veo, escucho, etc. En fin, es la comprensión de la Ley del Karma en nosotros, en el planeta, en la Vida Manifestada, donde… todo depende de todo, todo influye en todo, todo se relaciona con todo.

4ª Cuando el espíritu del Yoga es como una llovizna que va refrescando y aclarando cada faceta de nuestra vida febril… Cuando poco a poco ese espíritu va impregnando todo el día. Una forma de “ver” este aspecto puede ser en el despliegue de las cualidades positivas de uno o varios chakras en la situación en la que nos encontremos en ese momento (o al revés, el chakra funcionando a “bajo nivel”).


Otra forma de verlo es manteniendo el espíritu meditativo, de atención, de presencia…, como cuando intentamos practicar un asana.
Y otra forma más es teniendo en cuenta los aspectos éticos del Yoga (Yamas y Niyamas) en el cotidiano vivir… Por ej., Ahimsa (no violencia, no dañar, no herir con el pensamiento, de palabra o con la acción a los demás seres, o/y a uno mismo) o Santosha (el “contento interior”, la satisfacción con lo que la vida me depara en cada momento).
Claro que lo anterior son para las personas que conocen más o menos estos aspectos mencionados (y que en algún momento se explican en clase, en meditación o/y en un Seminario).
Porque al iniciar la práctica en el Hatha Yoga solemos medirla por los aspectos de flexibilidad, o fuerza, o energía, o relajación, o mejora de los distintos sistemas corporales (digestivo, circulatorio, pulmonar, etc.), que vamos adquiriendo. Pero esta es una de las “misiones” del Hatha Yoga: preparar el terreno, ablandar la coraza, armonizar en cierta medida las Formas personales y transitorias en las que me desenvuelvo…

José Blázquez es director de la Escuela de Yoga Sati y socio de la APYM

Sobre la Meditación

Sobre la Meditación


La forma y el fondo de cómo vivimos y lo que hacemos se refleja en la meditación.

¿Qué haces durante el día? Pero sobre todo, ¿Cómo lo haces? ¿Cuál es tu grado de presencia o de dispersión? ¿Cómo reaccionas, si es que reaccionas, a las vicisitudes diarias?…


En la meditación aparece lo que ya te sucede,

pero te paras para mirarlo…, para Verte. Aunque, al igual que en discurrir cotidiano, es probable que, consciente o inconscientemente, también en la meditación busquemos fugas, huidas del “insípido presente”: nos dormimos, o nos quedamos “en babia”, o nos enredamos en alguna elucubración, o nos “agarramos” a la respiración para no ver, o nos obsesionamos con la postura, etc.


La meditación no suele ser meditación, sino cierta purificación.

Purifico cuando miro y no reacciono con deseo o rechazo al objeto que tengo delante. Purifico cuando observo con lucidez y ecuanimidad.


Y cuando se ha limpiado al menos bastante “hojarasca”…,

entonces Vemos…o, más bien, sucede el Ver… Aparece el Silencio de fondo…, la Paz de fondo…, la Consciencia desnuda…

Es entonces cuando la meditación sucede…No meditamos… Desaparece el meditador y la Meditación sucede…

“Cuando se neutraliza la influencia de rajas (actividad) y tamas (inercia) la mente se queda inmóvil, como las aguas de un lago en calma. Entonces el meditador puede ver el fondo del lago y se le revela su verdadera naturaleza.”

Consciencia desnuda, el proceso de la meditación, de Swami digambarananda saraswati, danilo hernández

Para empezar a meditar

o, más bien, para empezar a acercarse a lo meditativo, se requiere de un interés por mirarse, un impulso interior de Ver, de querer Comprender.
Porque si lo hacemos por curiosidad, por entretenerse, porque esta tarde la tengo “libre”, o porque es una moda, o porque quiero que se me vayan los problemas, o porque he oído que con esta técnica voy a “estar bien”, o porque…, …
Sin ese impulso, sin esa “demanda interior” (aunque quizás al principio no sepamos que la tenemos), seguramente lo dejaremos enseguida.


Para meditar

o, más bien, para dejar que lo meditativo se infiltre en mi “casa”, he de quitar obstáculos, premisas, condiciones… He de acercarme con una actitud valiente e inocente, de apertura, de no saber.
Pero si no fuera porque me molesta la espalda, o porque se me duermen las piernas, o porque he quedado, o porque hoy estoy muy preocupada por un asunto, o porque es mi cumpleaños, o el de mi abuela, o porque estoy cansada, o porque es Navidad, o porque… No pasa nada. No te molestes contigo misma. No quieras hacer…lo que no quieres hacer. Simplemente aún no ha surgido el impulso,
no ha brotado el “ardiente interés”.


Un buen Hatha Yoga,

ese que invita a pararse y observarse, puede ser una preparación del terreno, puede ser el Tapas o práctica constante que, como dos palitos que se frotan y frotan, haga surgir la chispa que encienda un día la Demanda Interior. El Interior que empuja quizás con preguntas como “¿Quién soy yo?”, “¿Cuál es mi misión en la vida?”, “¿Es posible estar en Paz con cualquier circunstancia?”, “¿Puedo entrar y vivir desde lo No Manifestado, no visto, no olido, no tocado, no escuchado, no pensado?”


Si la meditación dependiese de que todo se arregle, de que se cumplan todas las condiciones que pongo en el “Contrato de mi editación”, de que el mundo se pare 20 o 30 min. porque “voy a meditar”…, entonces ¿cuándo empiezo?


Cuántas más condiciones pongamos a la meditación, más nos alejaremos de ella… O sea, cuantas más condiciones me pongo a mí mismo para Ser Lo Que Soy…,

más me alejo de Lo Que Soy.


Om shanti.

Escrito por José Blázquez, director de la escuela de Yoga Sati.

Viparita Karani Mudra

Viparita Karani Mudra

Hacia atrás del final de la partida,
con los pies al revés de lo acordado,
donde el Sol se entrelaza con la Luna
y la Luna se subsume en ella misma.


Junto al fuego paciente cocinada,
la burbuja de Dios se sutiliza
y regresa más leve por el cauce
que conduce al origen de esta vida.


Tras las duras etapas ultraalpinas,
que aflojan del sadhaka sus reservas,
con más luz y frescor regresa a casa.


Con más Luz y Frescor se intensifica
la sed por las alturas del origen,
la mitad de la Verdad entrevelada.

Un poema yóguico cada mes

Un poema yóguico cada mes

Regalo mensual de José Blázquez, director del Centro de yoga Sati y socio de la APYM

El camino del Yoga, su transición, experiencias y explicaciones, contadas a través del verso y el amor de un profesor de Yoga.

SEPTIEMBRE

DETRÁS DE LA VENTANA

Detrás de la ventana de los ruidos…
… está el silencio azul de los misterios,
la noche almacenada en un candil,
el acuoso murmullo de los sueños.

Detrás de la ventana de los textos
que muestran los Senderos de los Hombres,
y son reverenciados con fervor…
… está, en blanco, la página del Cielo.

Más Real que el Sol del mediodía,
más sutil que el aroma de los devas…
… está, en blanco, la página más íntima.

Detrás de la ventana del veneno,
en soledad total y universal…
… está el antídoto, está el Secreto Abierto.

 

Imagen de Wiroj Sidhisoradej en Freepik
OCTUBRE

 

 

 

 

 

 

SHAVASANA

Si has dejado tu cuerpo laxo y flojo
reposado en la tierra,
ajustado al imán gravitatorio…,
ya estás más cerca.

Si has bajado las persianas sensoriales
y has abierto las ventanas interiores,
si llaman a la puerta y lo oyes,
mas no escuchas…,
ya estás más cerca.

Si has dejado tu mente en una sílaba,
alejada del sinfín de saltamontes,
sigue ahí..,
ya estás más cerca.

Si has viajado por los lares del ensueño
sin soltar esa sílaba,
si viste saltarinas lucecitas y otros fuegos,
y seguiste adelante
sin soltar esa sílaba…,
ya estás más cerca.

Si has logrado que no te cubra el sueño
y has soltado la muleta del lenguaje,
si estás leve y despierto…,
ya estás mucho más cerca.

Si lo has dejado todo,
si estás vacío,
sin tiempo ni medida..,
ya no anhelas,
nada eres.

Ya estás fundido.
Ya estás en Todo.
Ya eres Tú.

 

Imagen de yanalya en Freepik
NOVIEMBRE

 

 

 

 

 

 

NADI SODHANA PRANAYAMA (I)

Cuando por la izquierda sube
el cierzo fresco y añil,
entro en un ensueño fácil
donde se desliza el pez.

…Y en la cresta de la ola
hay un reposo pujante,
casi a punto de saltar…

Mas a la derecha el viento
desciende, acalorado,
y voy contando los pasos
que me llevan al vergel.

…Y en este compás de espera
la quietud es más segura,
el descanso más real…

Por la derecha este aire
es calima y es dorado,
donde los ojos se abren,
pues yerra el que no ve.

…Y en la espera que le sigue
un hilo va madurando
bajo el influjo solar…

La luna muestra la noche
y el embalse plateado
se derrama por el valle,
donde se apaga mi sed.

Así triangula la rueda:
se mueve y se desliza,
sube y baja, entra y sale,
esperando el momento
en que se acabe la espera,
en que se equilibre el fiel…

… … … … … … …

…Y en este impasse silencioso,
que es el de antaño y es nuevo,
puede aquel hilo invisible
revelarse No-Dual.

 

Imagen de yanalya en Freepik
DICIEMBRE

 

 

 

 

 

 

UN MUDRA

Un mudra es una fuente
cargada de candados,
que se abren despacio
cuando se oxida el ego.

Un mudra te acordona,
te hace sentir molesto
cuando las furias quieren
llevarte al retortero.

Un mudra es un emblema,
un nudo hecho de espejos,
que cuando cae te miran
desnudo e indefenso.

Que cuando cae te indican,
ponen luz a tu sueño…,
y despiertas seguro
de vivir el misterio.

Con el mudra no sabes
por donde hay que cogerlo,
te toca y giras rápido:
tan sólo ves el eco.

Este es el pacto, el sello:
que el prana inconmovible
que fluye en el espacio
tenga puntos de acuerdo.

 

Imagen de yanalya en Freepik
ENERO

 

 

 

 

 

 

 

SHANTI MUDRA

Al desplegar las alas
el incienso se eleva
y en pos de él
el camino se esfuma.

Al desplegar las alas
el camino se encumbra
y el incienso del cuerpo
en pos de Él.

Al desplegar las alas
el silencio es Silencio,
la palabra, Palabra,
y el aroma, Destino.

Al desplegar las alas
el Alba se expansiona
en átomos fulgentes
en pos de Más.

La Libertad sin nidos,
en tierra la carcasa,
la Vida por doquier
al desplegar las alas.

 

 Imagen en Freepik
FEBRERO

 

 

 

 

 

 

NADI SODHANA PRANAYAMA (II)

Corre el día y la noche…,
mientras estoy dormido.
Y en cuanto me desvelo
toco la tierra firme…
que cambia de sendero.

Y el aire también cambia,
cual ánimo del mundo,
como un airado fuego
que se derrite y siente,
como la clara luna
después de los incendios.

Y en un compás de espera
a veces se vislumbra
la luz del equilibrio,
el flash del No-Saber.

Ya dije.., corre el día
y el aire, y los insectos,
y el pálpito en el cuerpo
y los astros del yang.
Igual que se desliza
la noche de los cuerdos,
el témpano de añil
o el abismo del mar.

Y en un compás de espera…
… absorbido en el Punto…,
me quedo congelado,
a punto de saltar.

Todo en la vida es eso:
moverse, deslizarse,
subir, bajar, girar…,
esperando el momento
en que termine la espera…,

en que se aquiete el aire…
(aunque siga fluyendo),

en que el Punto aglutine
toda la Dualidad.

 

 Imagen de victor217 en Freepik
MARZO

  

 

FLOR DE LOTO

La nutria desliza su silueta
sin rozar el agua para nada.
Lo mismo que los astros, con cuidado,
circulan comedidos por el éter.
Y así también el sabio iluminado
camina por la hierba acariciándola.

Mas de vida la nutria se alimenta
y el aura de los astros es la misma
arcilla sublimada de su peso.
Y la carne del sabio huele a tierra,
y rezuma, y florece en primavera.

Sin mácula y con lodo al mismo tiempo,
rozando y perforando las entrañas,
el sabio y la nutria se deslizan
cual astro sosegado y sin empeño.
De vida es la Vida Inmaculada.

 

 Imagen de ninjason1 en Freepik
ABRIL

 

 

 

Atma Vichara

Ayer, sin ir más lejos,
surgió en mí un rumor,
sobre quién está vivo,
sobre quién era yo…

Era un rumor brumoso,
oscuro y provocador:
todos me señalaban
cual si fuera un ladrón.

Me señalaban todas
las máscaras del complot,
mientras iban turnándose,
emulando al Conductor.

Y yo, el señalado,
el que escribe estos versos,
como si fuera ajeno,
busco también la ocasión.

Ayer, ya queda lejos,
la multitud calló
y ya no va conmigo
el viejo jugador.

Sólo un blanco espacioso
donde el ju-ego menor
es cubierto con copos
del Silencio del Yo.

 

Imagen de Sketchepedia
MAYO

 

 

 

 

Murmúrame al oído

 

“Oh, noble hijo, escucha: la Luz
Primordial de la Verdadera Realidad
está brillando ahora ante ti. Reconócela.”
(Bardo Thödol)

 

Murmúrame al oído
las claves del sendero.
Murmúrame al oído
los monstruos que he de ver
y no me ofrezcas nada
del mundo ya pasado.

Oh, Maestro,
murmúrame despacio
el mantra que me guíe
en el lapsus sin tiempo,
deslízame en el tímpano
la espita al interior.

¡¡¡Y no me pidas nada
del sueño de la tierra!!!

Aguíjame en el tránsito
a un puro Despertar

 

Imagen de pressfoto en Freepik
JUNIO

 

 

 

 

 

ABHINIVESAH (miedo a la muerte) y YOGA

 

I

De pronto un maremoto bajo el rio
ha derramado miedo al transitar.
De pronto me he aferrado a las orillas
y he sentido en el vientre soledad.

De pronto a lo lejos he entrevisto
la temible y salada libertad,
y he apretado los juncos con ahínco,
y he soltado las ganas de llorar.

Y delirios de placenta he tenido,
así, de pronto, justo en alta mar.

II

Por fin la muerte
en una encrucijada de la tarde.
Por fin la muerte,
indefinible y pura,
detrás de la tormenta del delirio.
Por fin la muerte
como un puño de sal
disuelto en el océano,
como una gota blanca
absorbiendo los cauces,
como una sola Voz
saturando a la mente,
como la faz de Dios
bajo todas las máscaras,
como la Vida Única
por encima de todos los contrarios.

La muerte al fin
con la puerta entreabierta,
sin que nada se estanque,
como un flujo de Paz.

La muerte al fin
sin principio ni fin,
sin cerrar la puerta del Todo,
como un haz indiviso.

Por fin la vuelta al equilibrio,
al gozo de vivir sin desajustes,
con lágrimas brillantes
en el túnel de Luz.

Al fin la muerte
ya se ha consumido,
como un vórtice a las cuatro de la tarde
bajo el sol torrencial del paraíso.

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